Con la finalidad de identificar las zonas más expuestas, se ha desarrollado el mapa predictivo de exposición al radón. Se trata de un mapa orientativo, obtenido a partir del mapa MARNA de radiación gamma ambiental. Aunque su validez ha sido contrastada experimentalmente, no sustituye en ningún caso a las mediciones directas de radón en las viviendas, que son el indicador más fiable.
El mapa diferencia tres categorías: baja (0), media (1) y alta (2), según la probabilidad de encontrar en la zona edificios con concentraciones de radón superiores al nivel de referencia, de 300 Bq/m3. En zonas de categoría (0), dicha probabilidad es inferior al 1%, mientras que puede superar el 10% en las zonas de categoría (2). No obstante, las concentraciones de radón más elevadas suelen encontrarse en sótanos y plantas bajas. Por encima del segundo piso es infrecuente medir valores superiores al nivel de referencia.
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